lunes, 26 de septiembre de 2016

Midiendo la Desigualdad



Esta semana hemos conocido los resultados de la Encuesta Casen 2015, la cual entrega información sobre la evolución de los ingresos, pobreza y desigualdad. Algunos actores políticos han destacado positivamente la disminución de los índices de desigualdad. Sin embargo, aquí la invitación es a que pensemos un poco más allá de los índices.

Comencemos por analizar lo que sabemos. Por lo pronto, la Casen 2015 muestra que los indicadores de desigualdad bajaron, aunque no en proporciones inmensas. Por ejemplo, podemos ver que entre el 2006 y 2015 el Gini tiene una disminución de 0.01 para el ingreso autónomo (autogenerado) y de 0.017 para el ingreso monetario (autogenerado+ayudas). Hay muchas razones para pensar que es más interesante ver el ratio 10/10, que mide cuántas veces más es el ingreso del 10% más rico que el ingreso del 10% más pobre. En este caso, el número decrece en 0.4 para el ingreso autónomo y en 4.1 para el ingreso monetario. Toda esa información está resumida en la siguiente diapositiva de Ministerio de Desarrollo Social:


Esto efectivamente son buenas noticias, pero no da para mostrarse tan satisfecho. Para entender porqué digo eso, veamos la evolución de los ingresos del decil más pobre y el decil más rico. La siguiente tabla resume los ingresos para los deciles más ricos y más pobres de las Encuestas Casen 2006 y 2015:

Tabla 1: Ingresos decil más pobre y más rico, Casen 2006 y 2015
Ingreso $ Noviembre 201520062015
Autónomo
Ingreso decil más pobre88,955105,179
Ingreso decil más rico2,464,0552,865,760
Monetario
Ingreso decil más pobre122,050179,001
Ingreso decil más rico2,464,7332,869,992


Obviamente, podemos observar que ambos grupos están en órdenes de magnitud totalmente diferentes. Sin embargo, vale la pena además observar cuánto cambiaron los ingresos entre el 2006 y el 2015:

Gráfico 1

Como se puede ver, en el período 2006-2015 el decil más rico adquirió mucho más poder adquisitivo que los hogares más pobres. Sin embargo, nuestros indicadores de desigualdad nos indican que somos más iguales que antes. Todo esto nos lleva a las siguientes reflexiones y preguntas:

  • ¿Podemos decir que somos más iguales si el decil más rico aumentó su ingreso autónomo en más de 400 mil pesos, mientras los más pobres lo aumentaron en 16 mil pesos? Asimismo, ¿podemos creer que somos más iguales si el decil más rico aumentó su ingreso monetario en más de 400 mil pesos, mientras los más pobres lo aumentaron en 57 mil pesos? Visto de otra forma, ¿realmente creemos que somos más iguales si la diferencia de ingresos monetarios entre el decil más rico y el más pobre creció desde $2,342,683 a $2,690,991?
  • ¿Donde está el problema? El problema radica en que si los ingresos crecen en igual porcentaje a través de la población, las medidas usualmente utilizadas consideran que la desigualdad se mantiene constante. Esto es positivo pues hace la medición indiferente de si el ingreso está medido en pesos, dólares o UFs. No obstante, la propiedad mencionada igualmente crea problemas. Supongamos una sociedad donde una persona tiene $1 y la otra tiene $1,000,000. Si duplican sus ingresos las personas pasan a tener $2 y la segunda $2,000,000, respectivamente. Las medidas de desigualdad se mantienen constantes, pero no resulta automático decir que las desigualdades no aumentaron.
  • ¿Es esto relevante? Antes uno podría haber dicho que no, pues seguramente la cuenta que puede pagar la familia más pobre con el nuevo ingreso no genera tanto bienestar como el viaje extra que puede pagar la familia más rica. Sin embargo, para todos aquellos que centran su foco en la relación entre desigualdad e instituciones políticas esto debiese ser un gran problema, pues implica que el decil más alto aumentó mucho más su poder para poder influir en las decisiones de la sociedad. Por ejemplo, imaginemos que por cada $10 mil pesos de ingreso autónomo alguien puede hacer que algún político le dedique 1 hora al mes. Esto implica que entre el 2006 y el 2015 el decil más pobre logró que el político le dedicara 5.7 horas más al mes a representarlo. En tanto, el decir más rico habría adquirido 40.5 horas más de representación. Es decir, el rico aumentó aún más su influencia sobre las instituciones. Para cualquier institucionalista esto sería un grave problema.
Habiendo dicho esto, la objetivo último de este post es a que pensemos otras formas complementarias representar la desigualdad, tales que puedan capturar las desigualdades en el poder de adquisitivo y de influencia en el sistema. Esto no es trivial, pero es importante para no autoengañarnos con una visión complaciente sobre las desigualdades existentes.

sábado, 20 de agosto de 2016

Filósofo de Derecha o Filósofo de Derecha Profesional



Interesante debate tuvieron Fernando Atria y Axel Kaiser en el colegio Verbo Divino, en el cual Atria sugiere rápidamente que Kaiser hace propaganda. Para justificar ello, sugiere un Turing test (vean ex-Machina): ver quién es capaz de explicar correctamente la contraparte en forma correcta entrega señales sobre quién está haciendo propaganda. Efectivamente, esa es una herramienta útil. Sin embargo, es mi parecer que más que propaganda, la postura de Axel Kaiser tiene que ver con ser un Filósofo de Derecha Profesional en vez de un Filósofo de Derecha.

Como explica Krugman respecto a los economistas, un Filósofo de Derecha Profesional es un filósofo cuyo trabajo es usar filosofía para justificar una postura jde derecha (conclusión lleva a análisis), mientras que el Filósofo de Derecha es llevado por su análisis filosófico a tener posturas de derecha (análisis lleva a conclusión). ¿Cómo distinguir entre ellos? Encontrando casos en que la filosofía consistente lleve a conclusiones diferentes al Profesional y al no-Profesional. El debate de las AFPs es interesante porque justamente es un caso que nos permite distinguir a a ambos grupos.

Por ejemplo, usaremos la filosofía de Kaiser y mostraremos que su postura está más alineada con sus clientes (usando ampliamente el término) que con su filosofía. La raíz filosófica de Kaiser es libertaria. Olvidándonos un poco del problema de la extracción de bienes desde la naturaleza, podríamos resumir la teoría libertaria como:

  1. Lo mío es mío, lo tuyo es tuyo. 
  2. Algo se vuelve mío si lo produzco. 
  3. Algo se vuelve mío si es parte de un intercambio de mutuo acuerdo con otra persona.
  4. Yo tengo derecho de disponer libremente de lo mío, de lo contrario, se estaría pasado a violar la propiedad sobre mío.
  5. Nadie puede me puede quitar lo mío (impuestos como robo) con fines de bienestar social (utilitario, igualitario, etc), pues aquello es como obligarme a trabajar ciertas horas a la sociedad y, por lo tanto, es una violación a mi libertad (esclavitud). 

En resumen, mientras nadie toque mi propiedad, la cual es obtenida por trabajo o por mutuo acuerdo con otros individuos, todo estará bien. Justamente es por eso que un libertario debiese estar en contra de la obligación de cotizar y pagar comisiones a las AFPs, en lugar de defenderlas. Un libertario consistente diría:

  1. La obligación de cotizar en una AFP no permite disponer libremente del 10% de mi ingreso, el cual es mío porque yo lo produje, es una violación de 4. y contraria a la libertad. 
  2. El que me cobren una comisión es un robo, pues no tengo ninguna opción más que pagar a una AFP. Por lo tanto, esto es equivalente a un impuesto, es una violación a 5. y contraria a la libertad. 
En resumen, un libertario estaría en contra del sistema de AFP. Ellos solamente debiesen creer en un sistema voluntario de previsión, no es un sistema de ahorro obligatorio que además genera un impuesto que va al bolsillo de algunos. En resumen, Kaiser usa la filosofía libertaria de forma instrumental. Los empresarios están casi todos a favor de las AFP, en este caso no tienen mayores miramientos sobre la libertad. Eso mismo se refleja en la postura y filosofía profesional de derecha de Axel Kaiser. Por último, cabe destacar que este es sólo un ejemplo. Lo interesante del debate previsional es que se ve a neoliberales diciendo que la gente es ignorante y a la gente de izquierda usando argumentos del tipo lo "mío es mío."

miércoles, 27 de julio de 2016

AFP, Utilidades y el Retiro

En medio de un ambiente hostil contra las AFP, el presidente de la asociación de AFPs declaró que las pensiones subirían sólo $6.000 si las utilidades de las AFP bajaran a cero. El número sorprende por lo bajo, pero porque viene con un poco de chanfle. Eso supone que tendríamos sólo se repartirían las utilidades de este año. Sin embargo, cabe que sucede si se repartieran las utilidades año a año.

Una forma de responder esto es hacer el siguiente ejercicio: supongamos que cada año las AFP devolverían las utilidades para que fueran distribuidas, pero entre las personas que tienen 63 años y que están a 2 años de jubilar. Esto equivale a cuantificar cuánto sería el efecto de que cada año se repartieran las utilidades de la AFP. Veremos que es bastante dinero, sin embargo, igualmente vemos que hay un tope en cuánto se podrá mejorar la pensión. 

Usando los datos de los boletines de la super de pensiones, podemos tomar las ganancias del año 2015 y la repartirla entre todos los nuevos retirados del 2015. Ese ejercicio implica una entrega de $4.321.117 pesos a cada nuevo retirado. Pero, ¿cuánto se incrementarían las nuevas pensiones? Si utilizamos el simulador de la Superintendencia podemos ver que si ese dinero se coloca a los 63 años para retirarse a los 65 años, el dinero redistribuido equivale a una pensión de $22.972 mensuales para una mujer y $26.961 para un hombre. Efectivamente, eso es como 4 veces lo indicado por el presidente de las AFP, sin embargo, es una cifra que está lejos de otorgar un retiro digno y acercarnos a los niveles deseados. Asimismo, sería un supuesto más realista suponer que se pueden reducir a la mitad las ganancias de las AFP; en tal caso, el aumento en las jubilaciones sería la mitad. Todo eso está resumido en el gráfico que siguiente.

Aunque el impacto no sea tan grande, aquello no implica que no debiese haber un foco en reducir las ganancias. Mal que mal para un adulto mayor $12.000 mensuales equivalen a una cuenta de servicios básicos. Para ese objetivo se puede aumentar la competencia (una iniciativa positiva fue la licitación de usuarios nacida a partir de la Comisión Marcel), pero quizás también se debiera evaluar incluir un impuesto a las utilidades de las AFPs. Un impuesto a sus ganancias posiblemente no causaría mayores distorsiones (ninguna AFP dejará de recibir cotizantes y resulta poco creíble que aumenten las comisiones). No obstante, si el objetivo es mejorar de forma importante las pensiones, es un gran contrasentido terminar con el ahorro obligatorio y su administración. Más bien, lo que habría que enfocarse es cómo aumentar el ahorro, mejorar la administración y fortalecer el pilar solidario.

PS: Para los interesados el cálculo está en google docs 




jueves, 14 de julio de 2016

Un pequeño pedazo de historia...



Revisando diferentes cosas, encontré algo de la historia de la Ley de Educación Primaria Obligatoria de 1920. Resulta interesante revisitar la historia de la ley dado el actual debate educacional:

"Para constatar el avance "cultural" del país, se le consultó a la población si sabía leer, mientras el 51,6% de la población declaró saber leer, el 48,4% permanecía analfabeta y respecto de los niños entre 5 y 15 años, el análisis de las cifras mostraron que solo el 17% de ellos asistía a clases.
(…)

Revertir esta tendencia, fue el objetivo de la "Ley de Educación Primaria Obligatoria", que entró en vigencia el 26 de agosto de 1920 y por ello estableció en su artículo primero que: todos los niños chilenos entre los 6 y 16 años, que estudiaran en escuelas administradas por el Estado y las municipalidades del país, estaban obligados a cursar cuatro años de enseñanza básica.
(…)


La promulgación de una "Ley de Instrucción Primaria Obligatoria", había tardó veinte años en ver la luz, veinte años desde que el senador radical, Pedro Bannen, presentó el 18 de junio de 1900, su proyecto que contenía la obligatoriedad de la asistencia de los escolares a la escuela, pero la posición contraria de los sectores conservadores, hizo que se rechazaran éste y otros varios proyectos de ley. Estos sectores, concentraron sus críticas principalmente en el excesivo poder que tendría el Estado central, en la orientación de la educación de los niños, en que no se limitara la libertad de las familias de elegir la educación de sus hijos e incorporar (o mantener) la presencia de la enseñanza católica, en todas las escuelas públicas. Por su parte, liberales y radicales defendieron la no injerencia de la Iglesia en la educación pública y laica, la centralización de la política educacional, pero no cerrando, la oferta privada de educación."

martes, 14 de junio de 2016

Tecnofilia y educación



En los últimos días han aparecido personalidades relevantes resaltando que la discusión sobre educación debiese preocuparse de cómo la educación puede ser impartida usando tecnología online. Para ser más específico, el ex-Presidente Ricardo Lagos señaló que "la educación online va a ser cada día de lo más normal." En tanto, Álvaro Fischer escribe "mientras en EE.UU. sigue creciendo el mercado de cursos online pagados, con los mejores profesores dictándolos, en Chile los estudiantes que dicen representar a los movimientos sociales' siguen 'pegados' en el 'lucro' de las universidades privadas." Ambos parecen señalar que en Chile deberíamos enfocarnos mucho más en la educación online, la cual representaría el futuro. En lugar de eso, estaríamos perdiendo el tiempo debatiendo otros temas de educación superior.

Obviamente, una idea sería crear una plataforma en que Chile apueste a desarrollar la educación a partir de plataformas online. Las ventajas sería que las plataformas lograrían un acceso inédito a la educación superior, especialmente para la gente de menores recursos. Todo suena espectacular, excepto cuando tomamos en cuenta que ya alguien realizó tal apuesta. En particular, el estado de California realizó un acuerdo con la empresa Udacity (pionera en educación online) para impartir clases online para la San Jose State University, una de las mayores generadoras de ingenieros en Silicon Valley,. La idea final era expandir la matrícula en California usando la plataformas online. ¿El resultado de tal decisión? Para las clases de nivelación en matemática, álgebra y estadística la evidencia experimental encontró que mientras en las clases en persona hubo un tasa de aprobación del 80%, 74% y 74%, respectivamente, en los cursos online sólo aprobaron un 29%, 44% y 51% en cada curso. En otras palabras, la plataforma estuvo lejos de cumplir su promesa, más bien generó una gran cantidad de reprobaciones. Todo esto hizo que California pusiera pausa a sus planes sobre educación online y llevó al fundador de Udacity a confesar que la educación online era un "lousy product."



Dado lo anterior, se debe concluir que colocar a la educación online como el tema central de educación superior es francamente apresurado e insensato. Más bien, puede que tenga rol como complemento educacional, muy lejos de la importancia que tienen las discusiones actuales sobre educación, como son las relacionadas con segregación y lógica educacional. Ello es relevante, pues van más allá de entender la educación como un simple envío de información.


viernes, 6 de mayo de 2016

Aylwin, democracia, economía y política social

Ya se han cumplido tres semanas desde la muerte del presidente chileno Patricio Aylwin. Su ascensión como mandatario marcó el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, cuyo régimen de 17 años estuvo señalado por las violaciones a los derechos humanos.
En un inédito proceso de transición con un dictador reteniendo el mando del Ejército de Chile, el principal logro del presidente Aylwin fue reinstaurar la democracia y la cultura cívica, ambas añoradas por largo tiempo. No obstante, tras su muerte, los chilenos realizaron diferentes análisis sobre lo que fue su mandato presidencial. Ciertamente, todos valoraron su rol en la vuelta de la democracia, pero las evaluaciones no fueron tan uniformes al calificar su desempeño económico y social. En particular, los más críticos cuestionaron que el gobierno del expresidente siguiera con el modelo económico impuesto por el dictador Pinochet.

Tal crítica no sopesa la dificultad que ha tenido Chile (y el resto de Latinoamérica) en lograr resultados similares a los del mandato de Aylwin, especialmente ante dos objetivos económico-sociales importantes que había en esos momentos: un buen desempeño económico en democracia  y una disminución de la pobreza. Por ello, en este artículo revisaremos algunas cifras de su gobierno, de acuerdo al Centro de Estudios para América Latina.
Respecto al desempeño económico las cifras hablan por sí solas, durante el gobierno del presidente Aylwin se logró un crecimiento de 7.3% en promedio. Asimismo, logró bajar la inflación de un 26% en 1990 a un 11.4% en 1994. El buen desempeño económico contribuyó indudablemente a darle estabilidad a la democracia chilena y resultó inédito en Latinoamérica. Sin embargo, las críticas al gobierno de Aylwin no se centran en el desempeño económico, sino en no haber mostrado una preocupación por la desigualdad.
¿Es tal crítica justa? 
El norteamericano John Rawls, quizás la figura filosófica más relevante en temas de desigualdad, diría que no. Rawls sostendría que el enfoque debiese estar en mejorar a aquellos que están peor en la sociedad: los pobres. Es justamente en la pobreza donde Aylwin colocó su foco. Para verificar eso, revisemos nuevamente algunas cifras. En los 4 años de Aylwin, uno de cada 20 chilenos logró salir de la pobreza; asimismo, la población que vivía con menos de $3.1 dólares diarios cayó desde 20.9% a 14.3% de la población. De forma similar, la mortalidad de los niños al nacer cayó de 16 a 11.7 muertes por cada 1000 nacidos vivos. En resumen, los indicadores más importantes de pobreza (y sus negativas consecuencias) disminuyeron de manera importante. Una razón importante de este fenómeno está en que el gobierno de Aylwin realizó un importante aumento del gasto social, el cual subió en un más de un tercio entre 1990 y 1994. Usando el criterio de John Rawls, de mejorar a aquellos que están peor en la sociedad, parece bastante evidente que el gobierno de Aylwin fue un éxito en su política social.

No obstante, el reconocer los éxitos del pasado no implica que los desafíos del pasado sean iguales a los futuros. Por ejemplo, las sociedad chilena (y latinoamericana) tiene un gran desafío en términos de educación. El gobierno de Aylwin fue parcialmente exitoso en esa área. Bajo su mandato, el número de jóvenes entre 20 y 24 años que estaban en algún tipo de educación formal subió en puntos porcentuales desde 16.1% a 22.0%. Sin embargo, al mirar la composición de ese incremento podemos verificar que el porcentaje de jóvenes estudiando en el quintil más rico aumentaron de 33.9% a un 44.4%, mientras los del quintil de menor ingreso solo lo hicieron de 6.9% a 9.7%. Es decir, hubo un aumento de educación superior para los hogares más ricos. Esto parece contradecir el objetivo social de acceso inclusivo a la educación superior de calidad, por lo que podemos decir que las fórmulas del pasado, enfocadas en pobreza, no parecen ser la respuesta a los nuevos desafíos de Chile y el resto de la región.
En síntesis, cabe reconocer que el gobierno del Presidente Aylwin fue exitoso en los grandes desafíos que tuvo Chile en su momento: democracia, economía y pobreza. Haber logrado la primera ya le valdría el  masivo reconocimiento que ha tenido, pero haber logrado un gran manejo económico y una disminución de la pobreza, dentro de un difícil contexto, merece otro reconocimiento. Chile le debe al presidente Aylwin, junto con otros líderes, el haber superado importantes desafíos, no obstante, las soluciones de desafíos pasados no son necesariamente equivalentes a las soluciones del futuro.

viernes, 4 de marzo de 2016

Pérdidas AC Investment, perdón, Inversions

Leyendo los diarios, me ha llamado mucho la atención el tema de las pérdidas de AC Inversions, con estafas que ya llegan a los 72 millones de dólares. Asimismo, es sabido que un grupo de militares (en desmedro de otros) habría sospechado el esquema Ponzi y habría procedido a retirar su dinero, con sus respectivas "ganancias." Dicho esto me asalta la pregunta: ¿tiene sentido de que ellos, al sospechar la estafa, hayan podido retirar todo el dinero, incluyendo las "ganancias"? ¿O se debiese recuperar las supuestas ganancias? Esto resulta una pregunta importante, pues dudo que los individuos hayan sido capaces de gastar todo el dinero que captaron (un Ferrari sale menos de 300 mil de dólares y la compañía no vende uno nuevo a cualquiera).

Para entender el dilema, supongamos que hay un captador que ofrece un interés del 25%. Así, llega el inversionista 1 y coloca $100 de inversión. El captador, aprovechándose del incauto, gasta $30 en cada período. Al pasar un período, el captador le dice al individuo que tiene $100x1.25=$125 y al mismo tiempo llega el inversionista 2 con otros $100. De esta forma, al principio del período 2 el captador maneja $100x2 - $30 = $170, por lo que si el inversionista 1 todavía puede retirar su inversión con una supuesta ganancia. Ahora veamos que pasa al principio del período 3 cuando llega un inversionista 3. El inversionista 1 tendría ahora $156.25, el inversionista 2 tendría $125 y el inversionista 3 coloca $100. El captador nuevamente gasta $30, por lo que ahora en realidad tiene sólo $100x3 - 30x2 = $240. Asumamos que al final del período 3 el inversionista 1 decide retirar su dinero, lo que implica que no llega nadie más a invertir. Al retirar su dinero el inversionista 1 puede retirar los $195.31 equivalente a la inversión más la ganancia por intereses. En tanto, el captador ahora sólo tiene $100x3-30x3=210 para responder, por lo que decide declararse en quiebra dado que le quedarían sólo $14.7 para responder a los supuestos $156.25 del inversionista 2 y los supuestos $125 del inversionista 3. Entendiendo que todo esto resulta algo enredado, lo resumo en la Tabla 1.

Tabla 1: Resultado en donde llega un inversionista en cada período y el captador ofrece 25% de interés y al mismo tiempo gasta $30 cada período


Hecho el ejercicio y entendiendo el problema, ahora viene lo importante: ¿qué es lo apropiado hacer dado que el captador ya declaró que todo era una estafa? Existen 2 criterios, uno es el criterio que seguramente va a prevalecer y sugiere simplemente repartir lo que quedó ($14.7) entre los dos inversionistas. Sin embargo, dado que los militares que retiraron su dinero lo hicieron sabiendo que tenía un esquema insostenible, es mi parecer que debiese recuperar las ganancias ficticias y simplemente devolver todo lo no ha sido gastado por los individuos de AC Inversions ($210). Esto da una distribución de las pérdidas que a mi parecer es mucho más justa, como la muestra la Tabla 2.


Tabla 2: Resultado dependiendo de estrategia de recuperación de pérdidas


Si simplemente dejo que los que salieron antes hagan las ganancias, esa persona sólo agrava las pérdidas de las otras personas estafadas. Esto es aún peor si consideramos que ellas pueden efectivamente haber sabido de que todo era una pirámide. En otras palabras, se hacen parte de la estafa y ganan dinero a costa de personas estafadas. En cambio, si hacemos que las pérdidas deban ser afrontadas por todos los que participaron en la pirámide, entonces las pérdidas no recaen en sólo algunos individuos, lo que evita que algunas personas tengan que afrontar una colosales pérdidas.

Por último, un diseño que procure el no ganar por estafa tiene la ventaja de generar buenos incentivos, algo que a los economistas les gusta tanto. Si es posible ganar por estafa, entonces es evidente que existen los incentivos para la que los individuos ayuden crecimiento de la pirámide, pues les va a reportar una ganancia al retirarse a tiempo. Al mismo tiempo, el poder ganar con la estafa evita que los individuos estén dispuestos a reportar una pirámide. En su lugar, ellos preferirán retirar su dinero en lugar de denunciar. Ambos problemas son evitados por un esquema donde se recuperan todos los fondos retirados (no puedo ganar con estafa), pues bajo ningún caso la pirámide me beneficiará. Por lo tanto, esperemos que al menos se discuta cuál es el sistema de recuperación de pérdidas que debiese proceder, pues las diferencias son bastante importantes. Quizás no se podrá hacer para este caso, pero si se debería legislar para evitar y lidiar con futuras pirámides.

Universidades y Publicidad: ¿Qué se observa en los datos y qué sentido tiene?

Asumiendo que mucha gente ha disfrutado de unas buenas vacaciones y está de vuelta al trabajo (excepto los afortunados que pueden veranear en Marzo), retomemos nuestro análisis del gasto en educación superior. Haciendo un rápido repaso, en el primer post observamos en qué gastaban las universidades medido como porcentajes y niveles. Dado el interés y las preguntas que surgieron, el segundo post se abocó a ver cuánto se gastaba en personal por estudiante. Ahora pasemos a uno de dos temas (el otro siendo los arriendos) que afectan más a las universidades con fines de lucro: la publicidad. Comencemos por ver cuánto gastan las universidades por cada alumno, de forma de tomar en cuenta el tamaño de la institución. Con ese objetivo, la primera fila de la Tabla 1 muestra el gasto en publicidad para universidades Estatales (sólo U. Arturo Prat, U. de Magallanes, U. de Talca y U. de Tarapacá), Privadas sin-lucro y Privadas con lucro.


Tabla 1: Gasto en publicidad por cada alumno y por cada alumno de 1er año (2014)
Fuente: mifuturo.cl

En la tabla, se observa claramente que las universidades con lucro gastan los mayores montos en publicidad. Gastan casi 3 veces más que las estatales observadas (seguramente la baja relevancia del gasto en publicidad de las estatales explica que tiendan a no reportar) y alrededor del $26,000 pesos más por alumno que las sin Lucro. Sin embargo, es necesario recordar cuál es el objetivo con que las universidades usan de la publicidad: reclutar nuevos alumnos. De allí que otra medida interesante es el gasto en publicidad por cada alumno de 1er año, de forma de comprender cuánto gasta una universidad en atraer a cada alumno. Esa información se observa en la segunda fila de la Tabla 1 e indica un alto gasto por cada alumno reclutado. Es aquí donde se refleja la lógica de mercado con la que opera el sistema de educación superior chileno. En particular, por cada alumno nuevo las universidades con fines de lucro gastan en publicidad en promedio $406,052 pesos, lo que más del doble que lo que gasta la Estatal promedio y más de un 40% más que lo que gastan en promedio las Privadas sin Lucro. Para verificar la importancia de la publicidad para reclutar alumnos, basta nada más que prender el televisor o hojear el diario, particularmente en tiempos de matrícula.

Dados los datos, resulta natural abrir nuevamente la pregunta sobre el sentido de un sistema donde las universidades deben gastar montos tan altos en publicidad para atraer un alumno. A mí parecer hay dos reflexiones interesantes que hacer al respecto:
  1. Publicidad y la falta información: Una visión positiva de la publicidad es que provee información importante para los alumnos. Dados los montos de gasto en publicidad, uno esperaría que los alumnos estuvieran extremadamente informados a la hora de decidir. Esto está absolutamente en contra de la crítica habitual sobre la falta de información disponible para los alumnos en el sistema. Tal crítica reconoce implícitamente que, a pesar del alto gasto, la publicidad existente no logra proveer suficiente información valiosa al alumno y es más bien un desperdicio  (aquíaquí y aquí para una muestra de publicidad "informativa"). Curiosamente, en el debate se observa que los mismos que piden más información, rechazan regular gastos en las universidades. Aquello resulta evidentemente una contradicción.
  2. Publicidad y la demanda: Otra visión sobre la publicidad vienen de la Economía Industrial, desde donde muchos sugieren que la publicidad es una inversión cuyo único rol es aumentar la demanda (no agrega valor). Esto implica un problema para la idea de que las universidades están validadas por el hecho de tener demanda, pues surge la pregunta: ¿qué pasaría si las universidades Estatales, sin Lucro y con Lucro hubiesen tenido niveles similares de publicidad? Lo más probable es que las universidades con lucro no tendrían la demanda que tienen actualmente y el argumento de "son válidas porque tienen demanda" sería mucho más débil.
En definitiva, y ratificando lo observado en el primer post, todo parece indicar de que hay un exceso de publicidad en las universidad chilenas, en particular en las con fines de lucro. Una regulación al respecto parece adecuada, sin embargo, también es necesario debatir sobre la lógica y los efectos que ha tenido las actividades de marketing sobre el desarrollo de nuestras universidades. Lamentablemente, tal debate está prácticamente ausente y espero que este post sea un aporte al respecto.








sábado, 6 de febrero de 2016

Pellegrini el canciller...

Tomando un pequeño relajo de Febrero, me tomaré la libertad de observar la carta publicada en el Mercurio el día de hoy (6 Febrero 2016):

Señor Director:

Manuel Pellegrini, "canciller del fútbol chileno".

José Antonio Bustamante M.


Dado que el Manchester City (plantel 510 millones de euros) perdió 3-1 con el humilde Leicester City (95.5 millones de euros), efectivamente Pellegrini es como un canciller de Chile. Mal que mal, la Cancillería gastó un total de $11.200 millones en el juicio contra Perú para igualmente terminar perdiendo.

viernes, 22 de enero de 2016

¿Cuánto gastan las universidades en personal?

En el último post vimos en qué se gastan el dinero las universidades en Chile. En particular, pudimos observar que las universidades estatales tienden a gastar un alto porcentaje en personal administrativo, mientras las por lucro gastan un gran porcentaje en publicidad y arriendos. Dicho esto, muchas personas me hicieron ver la dificultad de interpretar los porcentajes, sugiriendo que podría ser mejor observar los costos por estudiante. Estas cosas son las que vamos a visitar ahora.

En primer lugar, cabe destacar que el análisis de costos a través de porcentajes del gasto total sí tiene una interpretación relevante. Como son fracciones del gasto, esto equivale a establecer qué cantidad de dinero se va a cada ítem. En otras palabras, es importante mirar a los porcentajes pues nos indican el destino de $1.000.000 que el Estado o los individuos dan a una universidad, en otras palabras, cuánto de ese dinero será gastado en académicos, administrativos, directivos, publicidad o arriendos. La importancia de dichos porcentajes es que si son constantes (en lenguaje técnico, si la función de producción es una Cobb-Douglas), entonces podemos proyectar qué pasaría si el gobierno decide aumentar los fondos a determinadas instituciones. Más adelante intentaré chequear qué tan constante son los porcentajes y qué cosas son más relevantes en términos de eficiencia. Sin embargo, resulta claro que los porcentajes de gasto son de gran relevancia.

Dicho esto, efectivamente es interesante observar el gasto por estudiante en diferentes áreas. Esto pues vale la pena pensar en cuántos pesos se gastan en las diferentes cosas. Asimismo, resulta importante pues la base de comparación de los porcentajes es diferente. En otras palabras, 20% de 1 millón de pesos es más dinero que 30% de $500.000 pesos. Veamos entonces los gastos de las universidades por estudiante.

En particular, en este post me enfocaré en el gasto en personal. Usando los datos de las fichas financieras disponibles aquí, se puede observar que los gastos en personal por estudiante son bastante similares entre las Universidades Estatales y las Privadas sin lucro (Gráfico 1). En el post anterior vimos que las Universidades Estatales gastaban un mayor porcentaje en Administrativos, pero una vez medido los montos en pesos por estudiante los valores no son diferentes entre Estatales ($1.123.000 por estudiante) y las Privadas sin lucro (1.212.000 millones por estudiante). Asimismo, el patrón se repite en cuánto a académicos y directivos, las Estatales y Privadas sin lucro gastan mostos bastante similares. Esto va contra la creencia de que las Estatales gastan demasiado dinero en personal y resulta aún más llamativo cuando se toma en cuenta que las Estatales deben lidiar con la Contraloría, lo que obviamente implica un costo administrativo extra.

Gráfico 1: Gasto por estudiante en Personal (2014, millones $)
Fuente: www.mifuturo.cl

Sin embargo, no toda la información relevante está en los promedios, también cabe preguntarse cuáles son las universidades que gastan más en personal,  pues esto nos podría dar una guía para entender los motivos del gasto. Si uno mira los datos, las universidades que gastan más en académicos por estudiante son la UC ($2.409.012 por estudiante) y la UChile ($2.417.751 por estudiante). Este resultado parece intuitivo, pues las universidades de mayor calidad debiesen ser las que más gastan en ese ítem. Sin embargo, el patrón observado se repite respecto a las remuneraciones personal administrativo: de nuevo la UC ($3.748.176 por estudiante) y la UChile ($2.435.855 por estudiante) son las que lideran el gasto por estudiante. Inesperadamente la UC gasta más que la UChile en personal administrativo, contradiciendo el mito de la UChile como una institución que gasta ciegamente en personal administrativo. Asimismo, esto nos da una señal de que los administrativos juegan un papel importante en las universidades complejas y de calidad, pues seguramente cumplen labor de ayuda estudiantil, coordinación, postgrado y soporte a la investigación. 

Asimismo, es interesante ver cuáles son las universidades que gastan más en directivos. Esto es de particular interés si pensamos que los directivos pueden tener una mayor capacidad de determinar sus propias remuneraciones. Fuera de la Universidad Chileno Británica, la cual es una universidad pequeña, de nicho y en donde seguramente los mismo directivos realizan bastante docencia, las universidades de mayor pago a sus directivos son la U. de los Andes (Opus Dei), Universidad Finis Terrae (Legionarios de Cristo) y la Universidad del Desarrollo (ligada a la UDI). Todas estas universidades gastan más de $400.000 pesos por alumno en remuneraciones a sus directivos. Una explicación obvia es que esas universidades tienen muchos recursos. Sin embargo, el hecho que la U. de los Andes gaste $6.000 millones, la Universidad Finis Terrae $3.000 millones y la U. del Desarrollo $7.500 millones en directivos, sin ser universidades muy masivas, no parece demasiado racional. ¿Será posible mantener con la gratuidad tamaños pagos a los directivos? Dicho esto, también hay una estatal entre las universidades con alto gasto en directivo. La U. de Magallanes gasta poco más de $400.000 pesos en directivos por alumno, equivalente a un total de $1.688 millones. Parece inmediato preguntarse el cuál es la lógica de que una estatal tenga una muy alta remuneración a sus directivos. 

Gráfico 2: Gasto por estudiante en Directivos (millones $) y Matrícula, año 2014
Fuente: www.mifuturo.cl

Finalmente, hasta ahora no he tocado mucho el tema de las universidades con fines de lucro. Si uno ve el primer gráfico, resulta evidente que estas gastan mucho menores montos en académicos y administrativos, aunque no mucho menos en directivos. Hay una explicación obvia detrás de esto: las privadas sin lucro cuentan con menos recursos. Sin embargo, en el próximo post, y tal como lo hicimos anteriormente, veremos que también hay otros factores que explican el bajo gasto de las con lucro en académicos y administrativos.


martes, 5 de enero de 2016

Gratuidad: ¿En qué se va a gastar el dinero?

 Durante los trámites legislativos para implementar la gratuidad se escucharon muchos tipos de argumentos. Sin embargo, poco se ha hablado sobre el destino final de los fondos destinados a la gratuidad. En otras palabras, ¿en qué exactamente se va a gastar el dinero? Dada la importancia de aquella pregunta, llama la atención el poco análisis de los estados financieros de las universidades (felicitaciones al equipo del MINEDUC del 2011/2012 por haber mejorado la transparencia al respecto), los cuales nos permiten entender en qué podría terminar el dinero de la gratuidad. Para los interesados, la información para el año 2014 se encuentra disponible en el sitio http://www.mifuturo.cl/index.php/informes-sies/informacion-financiera.


Para ordenar mejor el análisis, miraremos conjuntos de universidades a partir de su naturaleza institucional (Universidades Estatales, Universidades Privadas sin-Lucro y Universidades Privadas con-Lucro), para luego mencionar algunos casos especiales que sean de interés. Partamos por los gastos en personal; los datos muestran que las remuneraciones de académicos representan alrededor de un tercio de los costos y gastos de operación a través de los diferentes tipos de instituciones. Sin embargo, hasta ahí llegan las semejanzas. Por ejemplo, los datos muestran que en las Estatales el gasto en remuneraciones de personal administrativo representa el 24,9% de los costos, lo que es bastante más alto que el 19,6% en las sin-Lucro y el 14,7% en las con-Lucro. El mayor gasto administrativo en las universidades públicas puede ser explicado por la existencia de barreras administrativas (Contraloría), la menor eficiencia del Estado o una combinación de ambas. La recomendación para las Estatales es evidente: destinar fondos a las Estatales debiera ir de la mano con  menores barreras y mayor eficiencia administrativa, de forma de que el dinero no se pierda en la burocracia.

No obstante, las Estatales hacen un mejor trabajo controlando otro tipo de costo de personal: la remuneración de directivos. En este caso, las Estatales destinan un 4,4% a directivos, las UPSL destinan un 5,7% y las UPCL destinan un 6,7%. En particular, resulta interesante observar que las dos universidades que destinan un mayor porcentaje de sus recursos a directivos son la Universidad Chileno Británica de Cultura (16,1% de los costos), altamente especializada, y la Universidad Miguel de Cervantes (15,5% de los costos), universidad ligada a un sector de la Democracia Cristiana. En esas universidades los fondos de 3 de cada 20 alumnos va a parar a los remuneraciones de directivos. Lógicamente, cabe cuestionarse la conveniencia de entregar fondos a universidades que dirigirán un parte importante del dinero a sus directivos, en lugar de sus alumnos.

Gráfico 1: Gasto en Personal como porcentaje de costos y gastos operativos

Sin embargo, los gastos en remuneraciones no son los únicos ítems de interés. Bien sabemos que en Chile las universidades gastan cantidades importantes en arriendos y publicidad. No es casual que esos sean importantes componentes del gasto. El alto incremento de cobertura de educación superior ha sido llevada a cabo principalmente a través de instituciones con fines de lucro, implicando un alto aumento de gastos en arriendo (inmuebles para absorber a los nuevos estudiantes y para retirar utilidades) y publicidad (atraer alumnos y generar volumen). La información sobre dichos gastos es más difusa, requieren la inmersión en los no muy amigables estados financieros de cada universidad (en lugar de la amigable ficha financiera) y para algunas instituciones simplemente no está (tarea para el MINEDUC). Sin embargo, igualmente podemos sacar interesantes lecciones de los datos de arriendo y publicidad disponibles.

El gasto en arriendo muestra una diferencia importante entre instituciones. Mientras el arriendo representa un 1,4% de los costos en las Estatales y un 1,9% en las sin-Lucro, este llega a ser un 9,4% en las con-Lucro, es decir, más de 6 veces el gasto reportado en las Estatales y más de 4 veces el gasto reportado en las sin-Lucro. Asimismo, y como se podía esperar, las universidades Andrés Bello (18 mil millones de pesos, 12,1% del costo) y de las Américas (9 mil millones de pesos, 14,7% del costo), ambas del grupo Laureate (total 27 mil millones de pesos), son las que más gastan en arriendos. Las universidades del grupo Laureate gastan más del doble que lo que reportan todas universidades Estatales y Privadas sin-Lucro con datos (12,5 mil millones de pesos). Ciertamente se puede argumentar que el gasto en arriendo no es inútil, pues mal que mal las universidades necesitan un edificio para funcionar. Sin embargo, resulta problemático (aunque predecible) que las con-Lucro no hayan tendido a disminuir los costos de arriendo, como sí lo han hecho las sin-Lucro, puesto que es bastante poco eficiente que los fondos de gratuidad terminen en la cuenta de los dueños de universidades (especialmente si ellos ni siquiera son chilenos).

Gráfico 2: Gasto en publicidad y arriendo como porcentaje de costos y gastos operativos

Por último, miremos los datos sobre el gasto en publicidad, el cual no tiene un fin educativo. Dentro de las universidades que efectivamente reportan su gasto en publicidad, las Estatales que reportan los datos (U. Arturo Prat, U. de Magallanes, U. de Talca, U. de Tarapacá) destinan un 1,1% de sus costos a publicidad, las sin-Lucro destinan un 1,7% a publicidad, pero las con-Lucro destinan un 4,3%.  Si vamos a los números brutos, el gasto total en publicidad de las con-Lucro (15 reportaron su gasto) supera los 18 mil millones de pesos. Entre ellas, la Universidad INACAP destaca como la que por lejos gasta más, con un gasto de poco más de 7 mil millones de pesos (sí, leyó bien). Esa cifra casi dobla el monto gastado por la siguiente universidad (Universidad Andrés Bello con 3,6 mil millones de pesos), es más el doble de lo que gastan juntas en publicidad todas las universidades regionales del CRUCH que reportan dichos gastos (3 mil millones entre U. Arturo Prat, UC de Temuco, U. de Magallanes, U. de Talca, PUC de Valparaíso, UC del Maule, U. de Tarapacá, U. Técnica Federico Santa María, UC de la Santísima Concepción) y es más que lo que gasta la Universidad Alberto Hurtado en todos sus académicos ($6,7 mil millones de pesos). En otras palabras, la Universidad INACAP gasta montos exorbitantes en publicidad, lo que no es de extrañarse pues su foco es un negocio de volumen, para lo que necesita atraer alumnos. Es por ello parece sumamente extraño (y absurdo) que algunos parlamentarios usen a INACAP como la institución insigne para acusar discriminación de alumnos vulnerables. Aunque en realidad lo que parece extraño no lo es, pues la línea es clara: publicidad, alto volumen de alumnos vulnerables y amplio acceso a fondos públicos.

Gráfico 3: Gasto en publicidad y arriendo en millones de pesos




Tomando en cuenta todo lo anterior, necesitamos tomar una decisión como país sobre la implementación definitiva, y no de ley corta, de la gratuidad en Educación Superior. Tenemos que preguntarnos si nos da igual cómo se gasten los fondos, mientras sea el alumno que determine donde se realizarán los gastos, o realmente estamos dispuestos a mirar en qué se va a gastar la plata, colocar aún mayor transparencia respecto a lo que pasa en las universidades y poner condiciones extras a la gratuidad, como que los fondos realmente tengan como destino la educación del alumno.

Nota: Clasificación de Universidades hecha basándose en sitio http://universite.cl/.