martes, 14 de junio de 2016

Tecnofilia y educación



En los últimos días han aparecido personalidades relevantes resaltando que la discusión sobre educación debiese preocuparse de cómo la educación puede ser impartida usando tecnología online. Para ser más específico, el ex-Presidente Ricardo Lagos señaló que "la educación online va a ser cada día de lo más normal." En tanto, Álvaro Fischer escribe "mientras en EE.UU. sigue creciendo el mercado de cursos online pagados, con los mejores profesores dictándolos, en Chile los estudiantes que dicen representar a los movimientos sociales' siguen 'pegados' en el 'lucro' de las universidades privadas." Ambos parecen señalar que en Chile deberíamos enfocarnos mucho más en la educación online, la cual representaría el futuro. En lugar de eso, estaríamos perdiendo el tiempo debatiendo otros temas de educación superior.

Obviamente, una idea sería crear una plataforma en que Chile apueste a desarrollar la educación a partir de plataformas online. Las ventajas sería que las plataformas lograrían un acceso inédito a la educación superior, especialmente para la gente de menores recursos. Todo suena espectacular, excepto cuando tomamos en cuenta que ya alguien realizó tal apuesta. En particular, el estado de California realizó un acuerdo con la empresa Udacity (pionera en educación online) para impartir clases online para la San Jose State University, una de las mayores generadoras de ingenieros en Silicon Valley,. La idea final era expandir la matrícula en California usando la plataformas online. ¿El resultado de tal decisión? Para las clases de nivelación en matemática, álgebra y estadística la evidencia experimental encontró que mientras en las clases en persona hubo un tasa de aprobación del 80%, 74% y 74%, respectivamente, en los cursos online sólo aprobaron un 29%, 44% y 51% en cada curso. En otras palabras, la plataforma estuvo lejos de cumplir su promesa, más bien generó una gran cantidad de reprobaciones. Todo esto hizo que California pusiera pausa a sus planes sobre educación online y llevó al fundador de Udacity a confesar que la educación online era un "lousy product."



Dado lo anterior, se debe concluir que colocar a la educación online como el tema central de educación superior es francamente apresurado e insensato. Más bien, puede que tenga rol como complemento educacional, muy lejos de la importancia que tienen las discusiones actuales sobre educación, como son las relacionadas con segregación y lógica educacional. Ello es relevante, pues van más allá de entender la educación como un simple envío de información.


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