lunes, 26 de septiembre de 2016

Midiendo la Desigualdad



Esta semana hemos conocido los resultados de la Encuesta Casen 2015, la cual entrega información sobre la evolución de los ingresos, pobreza y desigualdad. Algunos actores políticos han destacado positivamente la disminución de los índices de desigualdad. Sin embargo, aquí la invitación es a que pensemos un poco más allá de los índices.

Comencemos por analizar lo que sabemos. Por lo pronto, la Casen 2015 muestra que los indicadores de desigualdad bajaron, aunque no en proporciones inmensas. Por ejemplo, podemos ver que entre el 2006 y 2015 el Gini tiene una disminución de 0.01 para el ingreso autónomo (autogenerado) y de 0.017 para el ingreso monetario (autogenerado+ayudas). Hay muchas razones para pensar que es más interesante ver el ratio 10/10, que mide cuántas veces más es el ingreso del 10% más rico que el ingreso del 10% más pobre. En este caso, el número decrece en 0.4 para el ingreso autónomo y en 4.1 para el ingreso monetario. Toda esa información está resumida en la siguiente diapositiva de Ministerio de Desarrollo Social:


Esto efectivamente son buenas noticias, pero no da para mostrarse tan satisfecho. Para entender porqué digo eso, veamos la evolución de los ingresos del decil más pobre y el decil más rico. La siguiente tabla resume los ingresos para los deciles más ricos y más pobres de las Encuestas Casen 2006 y 2015:

Tabla 1: Ingresos decil más pobre y más rico, Casen 2006 y 2015
Ingreso $ Noviembre 201520062015
Autónomo
Ingreso decil más pobre88,955105,179
Ingreso decil más rico2,464,0552,865,760
Monetario
Ingreso decil más pobre122,050179,001
Ingreso decil más rico2,464,7332,869,992


Obviamente, podemos observar que ambos grupos están en órdenes de magnitud totalmente diferentes. Sin embargo, vale la pena además observar cuánto cambiaron los ingresos entre el 2006 y el 2015:

Gráfico 1

Como se puede ver, en el período 2006-2015 el decil más rico adquirió mucho más poder adquisitivo que los hogares más pobres. Sin embargo, nuestros indicadores de desigualdad nos indican que somos más iguales que antes. Todo esto nos lleva a las siguientes reflexiones y preguntas:

  • ¿Podemos decir que somos más iguales si el decil más rico aumentó su ingreso autónomo en más de 400 mil pesos, mientras los más pobres lo aumentaron en 16 mil pesos? Asimismo, ¿podemos creer que somos más iguales si el decil más rico aumentó su ingreso monetario en más de 400 mil pesos, mientras los más pobres lo aumentaron en 57 mil pesos? Visto de otra forma, ¿realmente creemos que somos más iguales si la diferencia de ingresos monetarios entre el decil más rico y el más pobre creció desde $2,342,683 a $2,690,991?
  • ¿Donde está el problema? El problema radica en que si los ingresos crecen en igual porcentaje a través de la población, las medidas usualmente utilizadas consideran que la desigualdad se mantiene constante. Esto es positivo pues hace la medición indiferente de si el ingreso está medido en pesos, dólares o UFs. No obstante, la propiedad mencionada igualmente crea problemas. Supongamos una sociedad donde una persona tiene $1 y la otra tiene $1,000,000. Si duplican sus ingresos las personas pasan a tener $2 y la segunda $2,000,000, respectivamente. Las medidas de desigualdad se mantienen constantes, pero no resulta automático decir que las desigualdades no aumentaron.
  • ¿Es esto relevante? Antes uno podría haber dicho que no, pues seguramente la cuenta que puede pagar la familia más pobre con el nuevo ingreso no genera tanto bienestar como el viaje extra que puede pagar la familia más rica. Sin embargo, para todos aquellos que centran su foco en la relación entre desigualdad e instituciones políticas esto debiese ser un gran problema, pues implica que el decil más alto aumentó mucho más su poder para poder influir en las decisiones de la sociedad. Por ejemplo, imaginemos que por cada $10 mil pesos de ingreso autónomo alguien puede hacer que algún político le dedique 1 hora al mes. Esto implica que entre el 2006 y el 2015 el decil más pobre logró que el político le dedicara 5.7 horas más al mes a representarlo. En tanto, el decir más rico habría adquirido 40.5 horas más de representación. Es decir, el rico aumentó aún más su influencia sobre las instituciones. Para cualquier institucionalista esto sería un grave problema.
Habiendo dicho esto, la objetivo último de este post es a que pensemos otras formas complementarias representar la desigualdad, tales que puedan capturar las desigualdades en el poder de adquisitivo y de influencia en el sistema. Esto no es trivial, pero es importante para no autoengañarnos con una visión complaciente sobre las desigualdades existentes.

sábado, 20 de agosto de 2016

Filósofo de Derecha o Filósofo de Derecha Profesional



Interesante debate tuvieron Fernando Atria y Axel Kaiser en el colegio Verbo Divino, en el cual Atria sugiere rápidamente que Kaiser hace propaganda. Para justificar ello, sugiere un Turing test (vean ex-Machina): ver quién es capaz de explicar correctamente la contraparte en forma correcta entrega señales sobre quién está haciendo propaganda. Efectivamente, esa es una herramienta útil. Sin embargo, es mi parecer que más que propaganda, la postura de Axel Kaiser tiene que ver con ser un Filósofo de Derecha Profesional en vez de un Filósofo de Derecha.

Como explica Krugman respecto a los economistas, un Filósofo de Derecha Profesional es un filósofo cuyo trabajo es usar filosofía para justificar una postura jde derecha (conclusión lleva a análisis), mientras que el Filósofo de Derecha es llevado por su análisis filosófico a tener posturas de derecha (análisis lleva a conclusión). ¿Cómo distinguir entre ellos? Encontrando casos en que la filosofía consistente lleve a conclusiones diferentes al Profesional y al no-Profesional. El debate de las AFPs es interesante porque justamente es un caso que nos permite distinguir a a ambos grupos.

Por ejemplo, usaremos la filosofía de Kaiser y mostraremos que su postura está más alineada con sus clientes (usando ampliamente el término) que con su filosofía. La raíz filosófica de Kaiser es libertaria. Olvidándonos un poco del problema de la extracción de bienes desde la naturaleza, podríamos resumir la teoría libertaria como:

  1. Lo mío es mío, lo tuyo es tuyo. 
  2. Algo se vuelve mío si lo produzco. 
  3. Algo se vuelve mío si es parte de un intercambio de mutuo acuerdo con otra persona.
  4. Yo tengo derecho de disponer libremente de lo mío, de lo contrario, se estaría pasado a violar la propiedad sobre mío.
  5. Nadie puede me puede quitar lo mío (impuestos como robo) con fines de bienestar social (utilitario, igualitario, etc), pues aquello es como obligarme a trabajar ciertas horas a la sociedad y, por lo tanto, es una violación a mi libertad (esclavitud). 

En resumen, mientras nadie toque mi propiedad, la cual es obtenida por trabajo o por mutuo acuerdo con otros individuos, todo estará bien. Justamente es por eso que un libertario debiese estar en contra de la obligación de cotizar y pagar comisiones a las AFPs, en lugar de defenderlas. Un libertario consistente diría:

  1. La obligación de cotizar en una AFP no permite disponer libremente del 10% de mi ingreso, el cual es mío porque yo lo produje, es una violación de 4. y contraria a la libertad. 
  2. El que me cobren una comisión es un robo, pues no tengo ninguna opción más que pagar a una AFP. Por lo tanto, esto es equivalente a un impuesto, es una violación a 5. y contraria a la libertad. 
En resumen, un libertario estaría en contra del sistema de AFP. Ellos solamente debiesen creer en un sistema voluntario de previsión, no es un sistema de ahorro obligatorio que además genera un impuesto que va al bolsillo de algunos. En resumen, Kaiser usa la filosofía libertaria de forma instrumental. Los empresarios están casi todos a favor de las AFP, en este caso no tienen mayores miramientos sobre la libertad. Eso mismo se refleja en la postura y filosofía profesional de derecha de Axel Kaiser. Por último, cabe destacar que este es sólo un ejemplo. Lo interesante del debate previsional es que se ve a neoliberales diciendo que la gente es ignorante y a la gente de izquierda usando argumentos del tipo lo "mío es mío."

miércoles, 27 de julio de 2016

AFP, Utilidades y el Retiro

En medio de un ambiente hostil contra las AFP, el presidente de la asociación de AFPs declaró que las pensiones subirían sólo $6.000 si las utilidades de las AFP bajaran a cero. El número sorprende por lo bajo, pero porque viene con un poco de chanfle. Eso supone que tendríamos sólo se repartirían las utilidades de este año. Sin embargo, cabe que sucede si se repartieran las utilidades año a año.

Una forma de responder esto es hacer el siguiente ejercicio: supongamos que cada año las AFP devolverían las utilidades para que fueran distribuidas, pero entre las personas que tienen 63 años y que están a 2 años de jubilar. Esto equivale a cuantificar cuánto sería el efecto de que cada año se repartieran las utilidades de la AFP. Veremos que es bastante dinero, sin embargo, igualmente vemos que hay un tope en cuánto se podrá mejorar la pensión. 

Usando los datos de los boletines de la super de pensiones, podemos tomar las ganancias del año 2015 y la repartirla entre todos los nuevos retirados del 2015. Ese ejercicio implica una entrega de $4.321.117 pesos a cada nuevo retirado. Pero, ¿cuánto se incrementarían las nuevas pensiones? Si utilizamos el simulador de la Superintendencia podemos ver que si ese dinero se coloca a los 63 años para retirarse a los 65 años, el dinero redistribuido equivale a una pensión de $22.972 mensuales para una mujer y $26.961 para un hombre. Efectivamente, eso es como 4 veces lo indicado por el presidente de las AFP, sin embargo, es una cifra que está lejos de otorgar un retiro digno y acercarnos a los niveles deseados. Asimismo, sería un supuesto más realista suponer que se pueden reducir a la mitad las ganancias de las AFP; en tal caso, el aumento en las jubilaciones sería la mitad. Todo eso está resumido en el gráfico que siguiente.

Aunque el impacto no sea tan grande, aquello no implica que no debiese haber un foco en reducir las ganancias. Mal que mal para un adulto mayor $12.000 mensuales equivalen a una cuenta de servicios básicos. Para ese objetivo se puede aumentar la competencia (una iniciativa positiva fue la licitación de usuarios nacida a partir de la Comisión Marcel), pero quizás también se debiera evaluar incluir un impuesto a las utilidades de las AFPs. Un impuesto a sus ganancias posiblemente no causaría mayores distorsiones (ninguna AFP dejará de recibir cotizantes y resulta poco creíble que aumenten las comisiones). No obstante, si el objetivo es mejorar de forma importante las pensiones, es un gran contrasentido terminar con el ahorro obligatorio y su administración. Más bien, lo que habría que enfocarse es cómo aumentar el ahorro, mejorar la administración y fortalecer el pilar solidario.

PS: Para los interesados el cálculo está en google docs 




jueves, 14 de julio de 2016

Un pequeño pedazo de historia...



Revisando diferentes cosas, encontré algo de la historia de la Ley de Educación Primaria Obligatoria de 1920. Resulta interesante revisitar la historia de la ley dado el actual debate educacional:

"Para constatar el avance "cultural" del país, se le consultó a la población si sabía leer, mientras el 51,6% de la población declaró saber leer, el 48,4% permanecía analfabeta y respecto de los niños entre 5 y 15 años, el análisis de las cifras mostraron que solo el 17% de ellos asistía a clases.
(…)

Revertir esta tendencia, fue el objetivo de la "Ley de Educación Primaria Obligatoria", que entró en vigencia el 26 de agosto de 1920 y por ello estableció en su artículo primero que: todos los niños chilenos entre los 6 y 16 años, que estudiaran en escuelas administradas por el Estado y las municipalidades del país, estaban obligados a cursar cuatro años de enseñanza básica.
(…)


La promulgación de una "Ley de Instrucción Primaria Obligatoria", había tardó veinte años en ver la luz, veinte años desde que el senador radical, Pedro Bannen, presentó el 18 de junio de 1900, su proyecto que contenía la obligatoriedad de la asistencia de los escolares a la escuela, pero la posición contraria de los sectores conservadores, hizo que se rechazaran éste y otros varios proyectos de ley. Estos sectores, concentraron sus críticas principalmente en el excesivo poder que tendría el Estado central, en la orientación de la educación de los niños, en que no se limitara la libertad de las familias de elegir la educación de sus hijos e incorporar (o mantener) la presencia de la enseñanza católica, en todas las escuelas públicas. Por su parte, liberales y radicales defendieron la no injerencia de la Iglesia en la educación pública y laica, la centralización de la política educacional, pero no cerrando, la oferta privada de educación."

martes, 14 de junio de 2016

Tecnofilia y educación



En los últimos días han aparecido personalidades relevantes resaltando que la discusión sobre educación debiese preocuparse de cómo la educación puede ser impartida usando tecnología online. Para ser más específico, el ex-Presidente Ricardo Lagos señaló que "la educación online va a ser cada día de lo más normal." En tanto, Álvaro Fischer escribe "mientras en EE.UU. sigue creciendo el mercado de cursos online pagados, con los mejores profesores dictándolos, en Chile los estudiantes que dicen representar a los movimientos sociales' siguen 'pegados' en el 'lucro' de las universidades privadas." Ambos parecen señalar que en Chile deberíamos enfocarnos mucho más en la educación online, la cual representaría el futuro. En lugar de eso, estaríamos perdiendo el tiempo debatiendo otros temas de educación superior.

Obviamente, una idea sería crear una plataforma en que Chile apueste a desarrollar la educación a partir de plataformas online. Las ventajas sería que las plataformas lograrían un acceso inédito a la educación superior, especialmente para la gente de menores recursos. Todo suena espectacular, excepto cuando tomamos en cuenta que ya alguien realizó tal apuesta. En particular, el estado de California realizó un acuerdo con la empresa Udacity (pionera en educación online) para impartir clases online para la San Jose State University, una de las mayores generadoras de ingenieros en Silicon Valley,. La idea final era expandir la matrícula en California usando la plataformas online. ¿El resultado de tal decisión? Para las clases de nivelación en matemática, álgebra y estadística la evidencia experimental encontró que mientras en las clases en persona hubo un tasa de aprobación del 80%, 74% y 74%, respectivamente, en los cursos online sólo aprobaron un 29%, 44% y 51% en cada curso. En otras palabras, la plataforma estuvo lejos de cumplir su promesa, más bien generó una gran cantidad de reprobaciones. Todo esto hizo que California pusiera pausa a sus planes sobre educación online y llevó al fundador de Udacity a confesar que la educación online era un "lousy product."



Dado lo anterior, se debe concluir que colocar a la educación online como el tema central de educación superior es francamente apresurado e insensato. Más bien, puede que tenga rol como complemento educacional, muy lejos de la importancia que tienen las discusiones actuales sobre educación, como son las relacionadas con segregación y lógica educacional. Ello es relevante, pues van más allá de entender la educación como un simple envío de información.


viernes, 6 de mayo de 2016

Aylwin, democracia, economía y política social

Ya se han cumplido tres semanas desde la muerte del presidente chileno Patricio Aylwin. Su ascensión como mandatario marcó el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, cuyo régimen de 17 años estuvo señalado por las violaciones a los derechos humanos.
En un inédito proceso de transición con un dictador reteniendo el mando del Ejército de Chile, el principal logro del presidente Aylwin fue reinstaurar la democracia y la cultura cívica, ambas añoradas por largo tiempo. No obstante, tras su muerte, los chilenos realizaron diferentes análisis sobre lo que fue su mandato presidencial. Ciertamente, todos valoraron su rol en la vuelta de la democracia, pero las evaluaciones no fueron tan uniformes al calificar su desempeño económico y social. En particular, los más críticos cuestionaron que el gobierno del expresidente siguiera con el modelo económico impuesto por el dictador Pinochet.

Tal crítica no sopesa la dificultad que ha tenido Chile (y el resto de Latinoamérica) en lograr resultados similares a los del mandato de Aylwin, especialmente ante dos objetivos económico-sociales importantes que había en esos momentos: un buen desempeño económico en democracia  y una disminución de la pobreza. Por ello, en este artículo revisaremos algunas cifras de su gobierno, de acuerdo al Centro de Estudios para América Latina.
Respecto al desempeño económico las cifras hablan por sí solas, durante el gobierno del presidente Aylwin se logró un crecimiento de 7.3% en promedio. Asimismo, logró bajar la inflación de un 26% en 1990 a un 11.4% en 1994. El buen desempeño económico contribuyó indudablemente a darle estabilidad a la democracia chilena y resultó inédito en Latinoamérica. Sin embargo, las críticas al gobierno de Aylwin no se centran en el desempeño económico, sino en no haber mostrado una preocupación por la desigualdad.
¿Es tal crítica justa? 
El norteamericano John Rawls, quizás la figura filosófica más relevante en temas de desigualdad, diría que no. Rawls sostendría que el enfoque debiese estar en mejorar a aquellos que están peor en la sociedad: los pobres. Es justamente en la pobreza donde Aylwin colocó su foco. Para verificar eso, revisemos nuevamente algunas cifras. En los 4 años de Aylwin, uno de cada 20 chilenos logró salir de la pobreza; asimismo, la población que vivía con menos de $3.1 dólares diarios cayó desde 20.9% a 14.3% de la población. De forma similar, la mortalidad de los niños al nacer cayó de 16 a 11.7 muertes por cada 1000 nacidos vivos. En resumen, los indicadores más importantes de pobreza (y sus negativas consecuencias) disminuyeron de manera importante. Una razón importante de este fenómeno está en que el gobierno de Aylwin realizó un importante aumento del gasto social, el cual subió en un más de un tercio entre 1990 y 1994. Usando el criterio de John Rawls, de mejorar a aquellos que están peor en la sociedad, parece bastante evidente que el gobierno de Aylwin fue un éxito en su política social.

No obstante, el reconocer los éxitos del pasado no implica que los desafíos del pasado sean iguales a los futuros. Por ejemplo, las sociedad chilena (y latinoamericana) tiene un gran desafío en términos de educación. El gobierno de Aylwin fue parcialmente exitoso en esa área. Bajo su mandato, el número de jóvenes entre 20 y 24 años que estaban en algún tipo de educación formal subió en puntos porcentuales desde 16.1% a 22.0%. Sin embargo, al mirar la composición de ese incremento podemos verificar que el porcentaje de jóvenes estudiando en el quintil más rico aumentaron de 33.9% a un 44.4%, mientras los del quintil de menor ingreso solo lo hicieron de 6.9% a 9.7%. Es decir, hubo un aumento de educación superior para los hogares más ricos. Esto parece contradecir el objetivo social de acceso inclusivo a la educación superior de calidad, por lo que podemos decir que las fórmulas del pasado, enfocadas en pobreza, no parecen ser la respuesta a los nuevos desafíos de Chile y el resto de la región.
En síntesis, cabe reconocer que el gobierno del Presidente Aylwin fue exitoso en los grandes desafíos que tuvo Chile en su momento: democracia, economía y pobreza. Haber logrado la primera ya le valdría el  masivo reconocimiento que ha tenido, pero haber logrado un gran manejo económico y una disminución de la pobreza, dentro de un difícil contexto, merece otro reconocimiento. Chile le debe al presidente Aylwin, junto con otros líderes, el haber superado importantes desafíos, no obstante, las soluciones de desafíos pasados no son necesariamente equivalentes a las soluciones del futuro.

viernes, 4 de marzo de 2016

Pérdidas AC Investment, perdón, Inversions

Leyendo los diarios, me ha llamado mucho la atención el tema de las pérdidas de AC Inversions, con estafas que ya llegan a los 72 millones de dólares. Asimismo, es sabido que un grupo de militares (en desmedro de otros) habría sospechado el esquema Ponzi y habría procedido a retirar su dinero, con sus respectivas "ganancias." Dicho esto me asalta la pregunta: ¿tiene sentido de que ellos, al sospechar la estafa, hayan podido retirar todo el dinero, incluyendo las "ganancias"? ¿O se debiese recuperar las supuestas ganancias? Esto resulta una pregunta importante, pues dudo que los individuos hayan sido capaces de gastar todo el dinero que captaron (un Ferrari sale menos de 300 mil de dólares y la compañía no vende uno nuevo a cualquiera).

Para entender el dilema, supongamos que hay un captador que ofrece un interés del 25%. Así, llega el inversionista 1 y coloca $100 de inversión. El captador, aprovechándose del incauto, gasta $30 en cada período. Al pasar un período, el captador le dice al individuo que tiene $100x1.25=$125 y al mismo tiempo llega el inversionista 2 con otros $100. De esta forma, al principio del período 2 el captador maneja $100x2 - $30 = $170, por lo que si el inversionista 1 todavía puede retirar su inversión con una supuesta ganancia. Ahora veamos que pasa al principio del período 3 cuando llega un inversionista 3. El inversionista 1 tendría ahora $156.25, el inversionista 2 tendría $125 y el inversionista 3 coloca $100. El captador nuevamente gasta $30, por lo que ahora en realidad tiene sólo $100x3 - 30x2 = $240. Asumamos que al final del período 3 el inversionista 1 decide retirar su dinero, lo que implica que no llega nadie más a invertir. Al retirar su dinero el inversionista 1 puede retirar los $195.31 equivalente a la inversión más la ganancia por intereses. En tanto, el captador ahora sólo tiene $100x3-30x3=210 para responder, por lo que decide declararse en quiebra dado que le quedarían sólo $14.7 para responder a los supuestos $156.25 del inversionista 2 y los supuestos $125 del inversionista 3. Entendiendo que todo esto resulta algo enredado, lo resumo en la Tabla 1.

Tabla 1: Resultado en donde llega un inversionista en cada período y el captador ofrece 25% de interés y al mismo tiempo gasta $30 cada período


Hecho el ejercicio y entendiendo el problema, ahora viene lo importante: ¿qué es lo apropiado hacer dado que el captador ya declaró que todo era una estafa? Existen 2 criterios, uno es el criterio que seguramente va a prevalecer y sugiere simplemente repartir lo que quedó ($14.7) entre los dos inversionistas. Sin embargo, dado que los militares que retiraron su dinero lo hicieron sabiendo que tenía un esquema insostenible, es mi parecer que debiese recuperar las ganancias ficticias y simplemente devolver todo lo no ha sido gastado por los individuos de AC Inversions ($210). Esto da una distribución de las pérdidas que a mi parecer es mucho más justa, como la muestra la Tabla 2.


Tabla 2: Resultado dependiendo de estrategia de recuperación de pérdidas


Si simplemente dejo que los que salieron antes hagan las ganancias, esa persona sólo agrava las pérdidas de las otras personas estafadas. Esto es aún peor si consideramos que ellas pueden efectivamente haber sabido de que todo era una pirámide. En otras palabras, se hacen parte de la estafa y ganan dinero a costa de personas estafadas. En cambio, si hacemos que las pérdidas deban ser afrontadas por todos los que participaron en la pirámide, entonces las pérdidas no recaen en sólo algunos individuos, lo que evita que algunas personas tengan que afrontar una colosales pérdidas.

Por último, un diseño que procure el no ganar por estafa tiene la ventaja de generar buenos incentivos, algo que a los economistas les gusta tanto. Si es posible ganar por estafa, entonces es evidente que existen los incentivos para la que los individuos ayuden crecimiento de la pirámide, pues les va a reportar una ganancia al retirarse a tiempo. Al mismo tiempo, el poder ganar con la estafa evita que los individuos estén dispuestos a reportar una pirámide. En su lugar, ellos preferirán retirar su dinero en lugar de denunciar. Ambos problemas son evitados por un esquema donde se recuperan todos los fondos retirados (no puedo ganar con estafa), pues bajo ningún caso la pirámide me beneficiará. Por lo tanto, esperemos que al menos se discuta cuál es el sistema de recuperación de pérdidas que debiese proceder, pues las diferencias son bastante importantes. Quizás no se podrá hacer para este caso, pero si se debería legislar para evitar y lidiar con futuras pirámides.