martes, 5 de enero de 2016

Gratuidad: ¿En qué se va a gastar el dinero?

 Durante los trámites legislativos para implementar la gratuidad se escucharon muchos tipos de argumentos. Sin embargo, poco se ha hablado sobre el destino final de los fondos destinados a la gratuidad. En otras palabras, ¿en qué exactamente se va a gastar el dinero? Dada la importancia de aquella pregunta, llama la atención el poco análisis de los estados financieros de las universidades (felicitaciones al equipo del MINEDUC del 2011/2012 por haber mejorado la transparencia al respecto), los cuales nos permiten entender en qué podría terminar el dinero de la gratuidad. Para los interesados, la información para el año 2014 se encuentra disponible en el sitio http://www.mifuturo.cl/index.php/informes-sies/informacion-financiera.


Para ordenar mejor el análisis, miraremos conjuntos de universidades a partir de su naturaleza institucional (Universidades Estatales, Universidades Privadas sin-Lucro y Universidades Privadas con-Lucro), para luego mencionar algunos casos especiales que sean de interés. Partamos por los gastos en personal; los datos muestran que las remuneraciones de académicos representan alrededor de un tercio de los costos y gastos de operación a través de los diferentes tipos de instituciones. Sin embargo, hasta ahí llegan las semejanzas. Por ejemplo, los datos muestran que en las Estatales el gasto en remuneraciones de personal administrativo representa el 24,9% de los costos, lo que es bastante más alto que el 19,6% en las sin-Lucro y el 14,7% en las con-Lucro. El mayor gasto administrativo en las universidades públicas puede ser explicado por la existencia de barreras administrativas (Contraloría), la menor eficiencia del Estado o una combinación de ambas. La recomendación para las Estatales es evidente: destinar fondos a las Estatales debiera ir de la mano con  menores barreras y mayor eficiencia administrativa, de forma de que el dinero no se pierda en la burocracia.

No obstante, las Estatales hacen un mejor trabajo controlando otro tipo de costo de personal: la remuneración de directivos. En este caso, las Estatales destinan un 4,4% a directivos, las UPSL destinan un 5,7% y las UPCL destinan un 6,7%. En particular, resulta interesante observar que las dos universidades que destinan un mayor porcentaje de sus recursos a directivos son la Universidad Chileno Británica de Cultura (16,1% de los costos), altamente especializada, y la Universidad Miguel de Cervantes (15,5% de los costos), universidad ligada a un sector de la Democracia Cristiana. En esas universidades los fondos de 3 de cada 20 alumnos va a parar a los remuneraciones de directivos. Lógicamente, cabe cuestionarse la conveniencia de entregar fondos a universidades que dirigirán un parte importante del dinero a sus directivos, en lugar de sus alumnos.

Gráfico 1: Gasto en Personal como porcentaje de costos y gastos operativos

Sin embargo, los gastos en remuneraciones no son los únicos ítems de interés. Bien sabemos que en Chile las universidades gastan cantidades importantes en arriendos y publicidad. No es casual que esos sean importantes componentes del gasto. El alto incremento de cobertura de educación superior ha sido llevada a cabo principalmente a través de instituciones con fines de lucro, implicando un alto aumento de gastos en arriendo (inmuebles para absorber a los nuevos estudiantes y para retirar utilidades) y publicidad (atraer alumnos y generar volumen). La información sobre dichos gastos es más difusa, requieren la inmersión en los no muy amigables estados financieros de cada universidad (en lugar de la amigable ficha financiera) y para algunas instituciones simplemente no está (tarea para el MINEDUC). Sin embargo, igualmente podemos sacar interesantes lecciones de los datos de arriendo y publicidad disponibles.

El gasto en arriendo muestra una diferencia importante entre instituciones. Mientras el arriendo representa un 1,4% de los costos en las Estatales y un 1,9% en las sin-Lucro, este llega a ser un 9,4% en las con-Lucro, es decir, más de 6 veces el gasto reportado en las Estatales y más de 4 veces el gasto reportado en las sin-Lucro. Asimismo, y como se podía esperar, las universidades Andrés Bello (18 mil millones de pesos, 12,1% del costo) y de las Américas (9 mil millones de pesos, 14,7% del costo), ambas del grupo Laureate (total 27 mil millones de pesos), son las que más gastan en arriendos. Las universidades del grupo Laureate gastan más del doble que lo que reportan todas universidades Estatales y Privadas sin-Lucro con datos (12,5 mil millones de pesos). Ciertamente se puede argumentar que el gasto en arriendo no es inútil, pues mal que mal las universidades necesitan un edificio para funcionar. Sin embargo, resulta problemático (aunque predecible) que las con-Lucro no hayan tendido a disminuir los costos de arriendo, como sí lo han hecho las sin-Lucro, puesto que es bastante poco eficiente que los fondos de gratuidad terminen en la cuenta de los dueños de universidades (especialmente si ellos ni siquiera son chilenos).

Gráfico 2: Gasto en publicidad y arriendo como porcentaje de costos y gastos operativos

Por último, miremos los datos sobre el gasto en publicidad, el cual no tiene un fin educativo. Dentro de las universidades que efectivamente reportan su gasto en publicidad, las Estatales que reportan los datos (U. Arturo Prat, U. de Magallanes, U. de Talca, U. de Tarapacá) destinan un 1,1% de sus costos a publicidad, las sin-Lucro destinan un 1,7% a publicidad, pero las con-Lucro destinan un 4,3%.  Si vamos a los números brutos, el gasto total en publicidad de las con-Lucro (15 reportaron su gasto) supera los 18 mil millones de pesos. Entre ellas, la Universidad INACAP destaca como la que por lejos gasta más, con un gasto de poco más de 7 mil millones de pesos (sí, leyó bien). Esa cifra casi dobla el monto gastado por la siguiente universidad (Universidad Andrés Bello con 3,6 mil millones de pesos), es más el doble de lo que gastan juntas en publicidad todas las universidades regionales del CRUCH que reportan dichos gastos (3 mil millones entre U. Arturo Prat, UC de Temuco, U. de Magallanes, U. de Talca, PUC de Valparaíso, UC del Maule, U. de Tarapacá, U. Técnica Federico Santa María, UC de la Santísima Concepción) y es más que lo que gasta la Universidad Alberto Hurtado en todos sus académicos ($6,7 mil millones de pesos). En otras palabras, la Universidad INACAP gasta montos exorbitantes en publicidad, lo que no es de extrañarse pues su foco es un negocio de volumen, para lo que necesita atraer alumnos. Es por ello parece sumamente extraño (y absurdo) que algunos parlamentarios usen a INACAP como la institución insigne para acusar discriminación de alumnos vulnerables. Aunque en realidad lo que parece extraño no lo es, pues la línea es clara: publicidad, alto volumen de alumnos vulnerables y amplio acceso a fondos públicos.

Gráfico 3: Gasto en publicidad y arriendo en millones de pesos




Tomando en cuenta todo lo anterior, necesitamos tomar una decisión como país sobre la implementación definitiva, y no de ley corta, de la gratuidad en Educación Superior. Tenemos que preguntarnos si nos da igual cómo se gasten los fondos, mientras sea el alumno que determine donde se realizarán los gastos, o realmente estamos dispuestos a mirar en qué se va a gastar la plata, colocar aún mayor transparencia respecto a lo que pasa en las universidades y poner condiciones extras a la gratuidad, como que los fondos realmente tengan como destino la educación del alumno.

Nota: Clasificación de Universidades hecha basándose en sitio http://universite.cl/.

3 comentarios:

  1. Excelente artículo.
    Solo tengo una observación. Si bien estoy convencido que existe sobre dotación de personal administrativo -por propia experiencia como vicerrector de economía y administración de la Universidad de Chile- es necesario tener en consideración que en las universidades de investigación se requiere más personal que en aquellas que sólo realizan docencia. Habría que realizar algún estudio comparado, por ejemplo, con universidades de investigación de otros países.

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  2. Estoy de acuerdo, creo que la comparación correcta sería con las universidades sin lucro / con investigación. En ese caso la sobredotación sería sólo de 5%. Si eliminamos las injerencias innecesarias contraloría, ¿cuánto bajará? Creo que un post futuro será sobre cuánto son las pérdidas de eficiencia en plata (administración, lucro, publicidad).

    Gracias por el comentario

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  3. Muy buen análisis y coincido con la diferencia establecida por Pato en relación a las Universidades que realizan investigación o que poseen medios de comunicación o más ramas deportivas y artísticas que demandan más personal.

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